Durante el presente año escolar, el taller de yoga, dirigido por la profesora Masiel González Hernández, se convirtió en una experiencia transformadora y enriquecedora para los estudiantes de primero a cuarto básico del liceo. La iniciativa, diseñada con especial atención a las necesidades físicas, emocionales y sociales de los niños y niñas, permitió fomentar el bienestar integral mediante la práctica regular del yoga.
El taller se realizó semanalmente, con sesiones adaptadas a las diferentes edades y niveles de desarrollo de los participantes. A través de ejercicios de juego, cantos, técnicas de respiración, posturas corporales y actividades de relajación, los estudiantes adquirieron herramientas esenciales para fortalecer tanto su cuerpo como su mente. Además, se incorporaron dinámicas lúdicas y creativas que hicieron del yoga una práctica divertida y accesible, logrando captar el interés y la participación entusiasta de los más pequeños.
El taller tuvo un impacto significativo en diversas áreas del desarrollo de los participantes como el bienestar emocional en que los niños y niñas aprendieron técnicas para manejar sus emociones, reducir el estrés y fortalecer su autoestima.
Desarrollo físico: Las posturas y movimientos del yoga ayudaron a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación motriz, incentivando hábitos saludables desde la infancia.
Convivencia y respeto: A través de actividades grupales, los estudiantes desarrollaron valores como el respeto mutuo, la empatía y la colaboración, consolidando un ambiente de confianza y apoyo. Concentración y disciplina: La práctica constante permitió a los participantes mejorar su enfoque y atención, habilidades que también se reflejaron en un mejor desempeño académico.
Gracias a este espacio, los estudiantes no solo encontraron una vía para el desarrollo físico y emocional, sino también un entorno donde se promueve la calma, la armonía y el autocuidado.
Imágenes de la actividad
